Son los documentos por los que una persona (el poderdante) autoriza a otra (el apoderado) para actuar en su nombre en cuestiones de su patrimonio o economía.
Permite al apoderado realizar casi todo tipo de actos económicos:
Comprar o vender bienes.
Aceptar o renunciar herencias.
Hacer o recibir donaciones.
Gestionar cuentas bancarias.
Cobrar o pagar deudas.
Relacionarse con la Administración.
Otorgar poderes a abogados para pleitos.
Requiere mucha confianza, ya que otorga facultades muy amplias.
Limita las facultades, por ejemplo:
A un bien concreto (un piso en Valencia).
A una operación concreta (comprar pero no vender).
Por un tiempo determinado (un mes, un año…).
Consejo: siempre que no sea necesario un poder amplio, es más seguro otorgar un poder especial.