Son actas en las que el notario da fe de lo que percibe directamente por sus sentidos.
Fotografiar y acreditar el estado de una propiedad en una fecha concreta (p. ej. ante aseguradoras o Hacienda).
Dejar constancia de lo ocurrido en un concurso (ej. selección del ganador).
Certificar lo publicado en una web en un momento determinado.
Guardar y transcribir SMS o Whatsapps del teléfono del requirente.
El notario da fe de lo que existe en ese momento en un terminal o soporte.
No da fe de quién lo envió ni de si se modificó después.